domingo, 28 de junio de 2009

Yendo al sur (parte 1)

El sur de Suiza, plagado de valles y lagos entre las montañas, ofrece decenas de pequeños pueblos para visitar. Bajando desde Berna y pasando por Lucerna, me instalé tres días en Mendrisio y dediqué un tiempo a pasear por la zona.


En esta primera parte, fotos de Lucerna (de paso), Milán (el Duomo y el Castello Sforzesco), Como (idílico lago cuando está despejado), Locarno (la Madonna del Sasso) y Ascona (la Mónaco suiza).

Update: Yendo al sur (parte 2)

"Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y declaró: -Ciertamente les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar-."
La Biblia, Juan 13:21

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domingo, 21 de junio de 2009

El jardín de las rosas

Cruzando el río Aare, con una vista panorámica del casco antiguo de Berna, se encuentra el Jardín de las Rosas (Rosengarten). Con decenas de variedades, debe ser un lugar digno de ver en primavera...



"-Pero, si tu me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Tu serás para mí único en el mundo. Yo seré para tí único en el mundo...
-Empiezo a comprender, dijo el principito. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
-Es posible, dijo el zorro. Uno ve toda clase de cosas sobre la Tierra..."
El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

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sábado, 20 de junio de 2009

Berna la vieja

Cuenta la historia que un desconocido oficial de patentes de Berna sacudió el mundo de la física en 1905. Su inspiración bien puede haber venido de recorrer las calles del hermoso casco antiguo de esta ciudad. El empedrado de sus calles, los arcos, las fuentes, las vistas desde las barrancas y los puentes, invitan a visitarla con tranquilidad (incluyendo, en un extremo, el jardín de las rosas).



"La experiencia más hermosa que podemos tener es la de lo misterioso. Esta es la emoción fundamental que se encuentra al origen del verdadero arte y la verdadera ciencia. Quien no la conoce y no puede ya asombrarse, maravillarse, es como si estuviera muerto y sus ojos se hubieran apagado. Fue la experiencia de lo misterioso -- aún mezclada con el temor -- la que engendró la religión. Un conocimiento de la existencia de algo que no podemos penetrar, nuestras percepciones de la más profunda razón y la más radiante belleza, que sólo en sus más primitivas formas son accesibles a nuestras mentes: son este conocimiento y esta emoción los que constituyen la verdadera religiosidad. En este sentido, y sólo en este sentido, yo soy un hombre profundamente religioso."
El Mundo Como Yo lo Veo, Albert Einstein

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